«Medusa con la cabeza de Perseo» es obra de Luciano Garbati, quien se inspiró en la trágica historia de Medusa, tal como la contó el poeta romano Ovidio en su «Metamorfosis». El dios Poseidón violó a Medusa, quien luego fue culpada y castigada por Atenea, quien maldijo a Medusa convirtiéndola en un monstruo mortal con serpientes en vez de cabello. El héroe Perseo derrotó a Medusa decapitándola. Garbati quería humanizar a la mujer detrás del mito y cuestionar su identidad como monstruo. Se basó para su escultura, creada originalmente en 2008, en la obra maestra del Renacimiento «Perseo con la cabeza de Medusa», de Benvenuto Cellini, situada en la Piazza della Signoria en Florencia. Pero la historia es releída por Garbati, que invierte la imagen que a lo largo de los siglos se usó para representar el mito: ahora es ella la que sostiene la cabeza de Perseo.
A la izquierda, la escultura de Luciano Garbati «Medusa con la cabeza de Perseo», en Nueva York. A la derecha, «Perseo con la cabeza de Medusa», de Benvenuto Cellini, en Florencia - ABC
Garbati publicó una versión en resina en Instagram en junio de 2018. Con el movimiento #MeToo en pleno apogeo tras las acusaciones de abuso sexual contra Weinstein, la Medusa de Garbati fue adoptada por algunos como un símbolo feminista de igualdad y justicia. Pero algunos se han ofendido por la falta de vello púbico de la estatua, que dicen refleja las convenciones de belleza idealizada. «Creo en la necesidad de la igualdad de género y es un honor para mí ser parte de la discusión», dijo Garbati a Artnet News. «La falta de vello corporal fue una elección artística hecha en la tradición de la escultura clásica. Lo mismo ocurre con las representaciones masculinas».
Luciano Garbati comenzó su formación artística en su Buenos Aires natal y la continuó en Roma, donde perfeccionó su técnica y profundizó su amor por el manierismo italiano. Es el autor del busto de Raúl Alfonsín que está en su mausoleo. En declaraciones a «Clarín», el artista dice que con su obra no reivindica la venganza, como han criticado algunos: «Medusa no es otra cosa más que una víctima, de una violación, de una maldición, del exilio y, finalmente, de este hombre que fue a matarla para lucirse».