El estar lejos unos de otros, donde el aislamiento nos ha hecho entender que nos necesitamos para sobrevivir, donde el odio y la envidia, sentimientos a los que miles se aferran en pleno siglo XXI, han pasado a un segundo plano por la necesidad de aferrarnos a la vida y de padecer las calamidades del prójimo. El Arte que hagamos debe ser terrenal, por la vida, ya sea una canción, una película, una pintura o lo que fuere, debe transmitir esa fe de vida que aunque no lo creamos, escasea.Vale la pena reconocer el espíritu de muchos artistas de cualquier manifestación en su intento por sanar al mundo, en mi caso, tengo mi arte, solo necesito un lápiz, una hoja de papel y aire en los pulmones, pero si me preguntaran cuál es mi mayor obra de arte, respondería sin temor a equivocarme, mi hija. Ella es simplemente, mi esperanza en el futuro, un futuro mejor para todos.