Tras dos años de batalla judicial contra la compañía de postales Full Colour Black por los derechos de autor de 'Flower Thrower' ('Lanzador de flores'), una pieza que él mismo pintó en los muros de Jerusalén (Israel), el tribunal de la Oficina de la Propiedad intelectual de la Unión Europea dictaminó que no podía reclamar la obra como marca registrada de la UE a menos que realmente sea el propietario y revele su verdadero nombre.
No revelar su identidad le empieza a salir caro al misterioso artista callejero Banksy: ha perdido los derechos de autor sobre una de sus obras más populares.
La Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea explica que esta decisión se ha producido porque Banksy no podía ser identificado como el dueño indiscutible. "Banksy ha optado por permanecer en el anonimato y, en su mayor parte, pintar graffitis en la propiedad de otras personas sin su permiso, en lugar de pintarlos en lienzos o en su propia propiedad", explican en la sentencia.
"Los derechos de autor, de perdedores"
Hace un año, Banksy abrió una tienda de regalos, llamada ‘Producto interno bruto’, en Croydon, al sur de Londres (Reino Unido), para ayudarle a justificar la protección de sus derechos de autor. “Posiblemente, la razón menos poética para hacer alguna obra de arte: la disputa por la marca registrada”, señalaba en ese momento.
Curiosamente, Banksy había declarado anteriormente que "los derechos de autor eran para los perdedores" y había hecho que sus obras de arte fueran de uso y descarga libre. Algo que también ha reseñado la sentencia, afirmando que el artista "ha optado por ser muy claro con respecto a su desdén por los derechos de propiedad intelectual.
Aaron Mills, abogado que ha representado a la compañía de postales, ha señalado que este fallo podría significar que "todas las marcas registradas de Banksy están en riesgo, ya que todas sus obras tiene el mismo problema", según recoge LAD Bible.