Atardecer
50.00
Conil de la Frontera, Cádiz. Una tarde cualquiera de verano. Olor a sal, el cielo despejado y por suerte, nada de calima en el ambiente. El calor del día desaparece poco a poco, dando paso a la suavidad de la noche, a la brisa que acompasa el sonido de las olas del mar. El sol va cayendo lentamente mientras mis pies se hunden en la arena, que comienza a enfriarse aliviando el cansancio de un largo día. Cierro los ojos y parece que todo ha desaparecido, pero no es así, al abrirlos, el atardecer me deslumbra, regalándome esa sensación de que, un día más, a merecido la pena.