Carmen Barragán Orero |
Pintura
Los eventos de mi vida han sido relacionados con el arte. Ser un buen artista puede ser un reto. Mi vida ha tenido dos etapas. El mundo de la moda y el dibujo. Picasso fue para mi el maestro de la pintura. Fue mi inspiración. La luz de sus obras me enseñaron a manejar el pincel y la textura de los colores.
Nací en una ciudad llena de arte y con luz propia. Valencia era la ciudad con más carisma que había conocido. Mi infancia fue plena de amor y cariño. Me eduqué en las monjas del colegio de la Pureza de María. Fue como un sueño descubrir los óleos sobre lienzo. Me aficioné a pintar marinas impresionistas. A los 14 años, estudié en la escuela Jaime I de Valencia y obtuve mi primer diploma de dibujo.
A los 18 años comencé a trabajar en tiendas de moda. Pintaba los fines de semana en casa de una mujer, amiga de mi madre que me daba clases de como manejar el mundo de las artes. Mi camino artístico comenzó en San Sebastián (País Vasco) en la escuela de Bellas Artes.
MI PINTURA
Un cuadro tardaba en coger forma un mes o varios meses. Mi técnica se basaba en los colores. La mezcla era
muy importante, dar luz y sombra requería destreza. Visitaba los museos para aprender de ello.
Cuadros llenos de vida, tener ideas propias, avanzar en saber y crecer. Es muy importante trabajar con luz natural para obtener un buen trabajo.
Pintar me ocupaba mucho tiempo, hice amistad con dos de los pintores más conocidos de San Sebastián. Alberto Gonzalez y Miguel Goikoetxea.
Me dejaban pintar en su taller. Fue uno de mis sueños más grandes. A los 25 años me fui a trabajar a Barcelona. Iba a todas las ferias y desfiles de moda. Los cuerpos de las mujeres tan estilizadas, me daban sabiduría para pintar. En los años 80 ya tenía mi propia familia.
Pintaba para la consulta de mi esposo.
En los años 90 comencé a pintar en los talleres “Formas Karen”, que fue mi primer contacto artístico en Barcelona.
En el año 2007 hice una exposición en el café Berlín de Sant Just Desvern. Un lugar muy apropiado para exponer, con un aforo de 20 personas.
Hice varios cuadros acrilicos. Quería saber otras técnicas para representar el arte.
Solo deseo que conozcan mis obras, la fuerza de la pintura que hay dentro de mí, con una disciplina llena de importantes objetivos y llegar al corazón del público.